INTRODUCCIÓN

Eva aceptó la falsa doctrina de la serpiente. Ésta no fue tanto el fruto, como lo fue las mentiras y enseñanzas que vinieron con el fruto.

Por medio de la falsa doctrina, Eva creyó mentiras, mentiras que invitaron las maldiciones de la muerte, enfermedades, y afección sobre la tierra.

Eva es directamente responsable por funerales y cementerios. Ella es responsable por la muerte de infantes.

Ella es responsable por la vejez y debilidad. Ella es responsable por todas las lágrimas de dolor. Ella causó la necesidad de los hospitales y la medicina.

Juntos, hombres y mujeres, han pasado casi 6,000 años intentando deshacerse del daño mental, psíquico, y Espiritual que ocasionó la desobediencia de Eva. No hay duda que el lado tierno de Eva está en todas las mujeres. Por lo tanto, es digno que las mujeres obtengan sus bendiciones más grandes, cuando ellas ministran a otros en el dolor, durante la enfermedad, o cuando luchan en batallas Espirituales. La Mujer Apostólica es el recurso más grande que la Iglesia posee, al invertir las maldiciones que satán utiliza para destruir las vidas de jóvenes doncellas y mujeres adultas.

Porque Eva recibió la falsa doctrina de la serpiente, Dios ordenó que ella y todas las mujeres a partir de entonces, fuesen gobernadas por el hombre para siempre (Génesis 3:16). Ya que Eva no consultó con Adán antes que ella creyera las enseñanzas de la serpiente, todas las mujeres han caído bajo la Ley de Dios, de tener que todas sus acciones afecten su vida Espiritual, siendo guardadas por la autoridad de un hombre santo y justo. El instinto de Eva en muchas mujeres rechaza este decreto de Dios.

Ninguna mujer iba a tener total autoridad Espiritual sobre sí misma nunca nuevamente. La mujer debía saber que ella no podía agradar a Dios excepto por medio de la unidad con su esposo. En ausencia de un esposo, el Sacerdocio de Dios lo sustituiría como su protección que la cubriría de ser llevada por mal camino por el pecado otra vez. La mujer fue colocada después del hombre al final de la cadena Espiritual de mando.

Este es el inicio de la autoridad y gobierno masculino sobre la mujer. Este es el inicio del exclusivo Sacerdocio masculino.

Hoy, las mujeres están tratando de deshacerse de los decretos de Dios del Edén. Ellas codician el oficio del Sacerdocio. Ellas desean compartir autoridad. Ellas quieren controlar a sus esposos. Y, ellas quieren regir la Iglesia. Muchas mujeres están repitiendo los pecados de Eva. Ellas están creyendo mentiras que les llegan de todas direcciones, y serán arruinadas, a menos que busquen el consejo de un verdadero Pastor Apostólico.

Antiguamente, la tela artificial del velo significaba obediencia de la mujer, de la autoridad de Dios y su esposo sobre ella. Pablo resalta esta tela de cubrimiento temporal, y dirige nuevamente a las Hermanas Apostólicas a la señal original de la relación de una mujer con su esposo y Dios, el cubrimiento natural de su cabello no cortado, el cual Eva debió haber tenido, ya que no habían sombreros o tijeras:

Las palabras "cubre y cubriendo" en este texto, según la Concordancia de Strongs #4018, quieren decir velado o velo. Así que la santidad original de los días antiguos, antes que el velo de tela artificial fuese simbólicamente introducido, era el cabello largo no cortado para las mujeres, de otra manera el velo artificial simbolizaría cabello cortado o rapado. Esto sería contradictorio al texto anterior. El cabello largo no cortado era la señal de la voluntad de la mujer para honrar la Ley de Dios. La señal de honor para los hombres, era el cabello rapado o cortado o no usar un velo de tela artificial.

Un hombre que tiene la esposa con el cabello corto, no tiene su hogar en orden Espiritual. Esto no es asunto si el hombre le dice a su esposa que ella puede cortarse su cabello. Ella estará en pecado porque ha desobedecido la Palabra de Dios, que enseña que ella no puede hacerlo. Dios no exige a ninguna esposa, a obedecer a un esposo que le diga que puede hacer algo contrario a la Palabra de Dios. Ningún hombre puede quitar de su esposa la necesaria obligación de tener el cabello no cortado, como señal de su honor ante Dios. Cualquier hombre que enseñe a su esposa que ella puede cortar su cabello, le está enseñando a rebelarse contra Dios. Tal hombre es un tonto y un escollo para su esposa e hijos. Tal hombre eventualmente enseñará a su esposa que es salva por sus obras, y no nada de lo que ella realice en obediencia a Dios. Esto es falso. De lo contrario, las mujeres en Hechos 8:12 habrían depositado su esperanza en la salvación de su esposo o su padre. Pero el Santo registro informa de otra manera:

Por lo tanto, las Mujeres Apostólicas deben tener potestad sobre sus cabezas debido a los ángeles (1 Corintios 11:10). Los ángeles caídos pueden traer acusación contra la mujer, que se rebela contra el Orden Divino, y se rehúsa a tener el cabello largo no cortado como una señal de su respeto y gloria delante de Dios. El cabello no corto en una mujer es la señal dada por Dios que ella acepta su honor. Los ángeles caídos pueden traer acusación, porque ellos fueron expulsados del cielo como resultado de un espíritu de rebelión. La rebelión que es como el espíritu de brujería, o el de la maldad de una religión: una mujer que se rebela contra la autoridad de Dios y corta su cabello, ha entrado en la condenación del diablo y los demonios. Si una persona ha hecho esto inocentemente sin conocimiento, arrepiéntase hoy y hagale saber a Dios saber que usted honrará su Deidad con el cabello no corto de ahora en adelante. El cabello meneado es una señal que la mujer no está en armonía con su marido y la regla de Dios. Una de las primeras cosas que una mujer que cae hace, es cortar su cabello como la señal que ella desune su gloria de Dios. Uno de las primeras señales de un marido o Pastor que cae, es permitir a su esposa o a las mujeres en la Iglesia cortar su cabello, como la señal de que ellas se desunen de la Fe de la Santidad Apostólica. El pelo corto en una mujer es la señal de su abandono de la salvación. Un cabello largo no cortado, es la señal de la mujer delante de Dios que ella acepta la gloria asignada a ella.

Los paganos primitivos rechazaron las Leyes de Dios. Los hombres y mujeres se deshonraron copiando el parecido de los ídolos. Las mujeres cortaron su cabello, se colocaron cosméticos, se decoraron con joyas y piedras preciosas, y comenzaron a vestir un atavío impío. Los hombres, igualmente, siguieron el parecido de los ídolos, empezaron a usar joyas, dejarse crecer el cabello largo, y vestirse en ropa inmodesta. Dios hizo al hombre y a la mujer a su imagen, pero ellos pervirtieron su imagen tras los ídolos hechos de hombre. En estos templos de idolatría, las mujeres eran admitidas como sacerdotisas iguales al sacerdote masculino. Mientras que en el altar de Dios en el Tabernáculo, las mujeres fueron excluidas de ese privilegio. La Ley de Dios a Moisés, prohibía seguir el modelo de altares paganos y mujeres ministrando ante el pueblo. Así que, usted no encontrará a una mujer como sacerdotisa de Dios en el Tabernáculo. Usted encontrará aquellas mujeres que rechazaron la Ley de Dios, haciéndose pasar por sacerdotisas, con autoridad, en las urnas de la brujería y en los altares de los ídolos. Aquellos en busca de la verdadera imagen de la Mujer Apostólica en el Antiguo Testamento, aceptarán la documentación histórica, que prohibía mujeres sacerdotisas. Al rechazar la historia Bíblica de un Dios que ordenó, el exclusivo Sacerdocio masculino, muchos están obligados a enseñar que los paganos tenían la verdad, y el Antiguo Testamento, al excluir sacerdotisas hembras, era una falsa doctrina de Moisés y Dios.

Según las Escrituras, todas las mujeres heredaron los castigos de Eva. Todas ellas están prohibidas de incluso regir sobre su marido o cualquier otro hombre. Si la mujer no tiene mando y no puede usurpar la autoridad sobre su propio marido, ella difícilmente podría usurpar gobierno o autoridad sobre el marido de otra mujer. Este folleto fue escrito para probar, que en nuestra búsqueda de la imagen de la Mujer Apostólica en la Biblia, no debemos mirar a las mujeres predicadoras, sino a aquellas que tienen los dones del Espíritu, y que caminan humildes delante de Dios, sirviendo a la Iglesia en su lugar apropiado de honor fuera del ordenado Ministerio.

Porque Eva deseó autoridad, que ella creyó venia con comer el fruto y el convertirse en una diosa, ella contribuyó directamente a la naturaleza rebelde en todas las mujeres predicadoras. Rodee a una mujer que quebranta la Ley de Dios, y usted encontrará una historia de rebelión y muerte. Por lo tanto todas las mujeres están bajo el decreto Divino de ser regidas por el hombre en el hogar, y por un Hombre de Dios en el Tabernáculo o la Iglesia. Ésta es la inmutable ley de Dios:

Las Leyes de Dios decretadas sobre la serpiente, Adán, y Eva, no han sido levantadas. La serpiente todavía está condenada. Adán y todos los descendientes masculinos deben aún esforzarse, regir el hogar, y gobernar la esposa. Eva y todas las descendientes hembras deben iniciar la maternidad y ser guardadas. Ésta es la ley de Dios y aún está en completa vigencia y fuerza hoy. ¡Ninguna de estas Leyes finalizaron en el Calvario! Si un hombre no gobierna su casa, él está inhabilitado para regir la Iglesia. La mujer está inhabilitada para regir sobre los hombres en la Iglesia, porque ella está inhabilitada para regir sobre el hombre en su hogar.

Por esta razón, el exclusivo Sacerdocio masculino de Dios, no puede admitir a una mujer en sus filas. Ellas no pueden compartir el Llamamiento. Con el Llamamiento viene autoridad, la cual una mujer no puede llevar. Ellas no pueden tener la ordenación de Melquisedec del Sacerdocio de nuestro Señor Jesús Mesías, la cual fue puesta sobre el Ministerio Apostólico por la imposición de manos, y por virtud de la Gran Comisión.

Nuestra búsqueda por el lugar de la Mujer Apostólica, cubrirá sólo un área dónde no vamos a encontrarla. Es decir, una verdadera Mujer Apostólica nunca será encontrada en un púlpito afirmando que Dios le ordenó predicar. Ya que no encontraremos a la verdadera Mujer Apostólica en el púlpito como un predicadora, la encontraremos en la congregación como una belleza de santidad, alabando y alzando el Nombre de Jesús Mesías en humildad y honor. Ésta es la verdadera Mujer Apostólica.

Lea con gozo el siguiente material que exalta a la Mujer Apostólica en la congregación, y clama contra la pretensión de la mujer Pentecostal, de usurpar un lugar para predicar sobre la plataforma detrás del púlpito. El material probará a cualquier corazón honrado, que la Iglesia de Jesús Mesías no tiene mujeres predicadoras. Éste probará que la idea de las mujeres de convertirse en la maestra e instructora de Adán, viene del Gnosticismo, una religión pagana fundada sobre una interpretación diabólica de Eva y la serpiente (la doctrina de la simiente de la serpiente). La Iglesia está en guerra con un espíritu horroroso y cruel. Mujeres que toman la predicación son víctimas de una broma, que en la conclusión femenina incluida en el Misterio del Gnosticismo, condenará millones a perderse para siempre.

Página de Inicio | Tributo
Antiguo Testamento
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8
Nuevo Testamento
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20