Comunidad de Jesús Mesías

Luz A Las Naciones

El Tiempo De La Angustia Para Jacob

Por El Pastor G. Reckart

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Parte de la herejía del Pacto del Dispensacionalismo es segmentalismo. Ellos sacarán una parte de la Escritura de su texto y el contexto y la manipularán para dar a entender algo a lo que ésta no se refiere.

Esto es una mayor violación de lo que nosotros constituimos la Verdad. La verdad no necesita mentiras para sustentarse. Y el Pacto Dispensacionalista hace simplemente eso. Su doctrina entera necesita segmentalismo, mentiras, perversión del propósito de un texto, y una completa invención de una teoría que nunca fue creída y predicada por Jesús o los Apóstoles. El dispensacionalismo no se encuentra como una doctrina en el Nuevo Testamento sino que debe ser fabricado utilizando interpretación privada de varios pasajes. No hay evidencia en el Nuevo Testamento o en la historia de la Iglesia que alguien fabricara estos textos seleccionados en un sistema dispensacional de creencia o que las usara colectivamente para enseñar un rapto pre-tribulación.

La realidad es, que el Pacto del Dispensacionalismo y su herejía del rapto pre-tribulación NUNCA fue predicada por Jesús, sus Apóstoles, los Padres Pos-Apostólicos, los padres patristicos Católicos, o cualquier otro grupo, Predicador, Rabino, o Sacerdote desde el 27 d.C al 1775 d.C aproximadamente. Esta herejía es presentada primeramente por el Rabino Ben Ezra, un Judío Jesuita, que supuestamente se convirtió (infiltrado) en la Iglesia Católica para impregnarla con la teología Fariseo Talmúdica sobre escatología. Entonces él tomo el nombre de Manuel Lacunza. Él introdujo esta herejía alrededor de 1775 d.C en su libro "La Venida del Mesías en Gloria y Majestad." Este fue traducido al Inglés por Edward Irving alrededor de 1830 e irónicamente Irving murió dentro de un año de realización de este fundamento dispensacional.

El libro y las interpretaciones de Irving fueron instrumentales para ayudar a formar el Pacto del Dispensacionalismo de John Darby, un Francmasón Ingles. Darby mezcló la escatología Judío Fariseo Talmúdica de Lacunza, interpretaciones privadas de Irving, enseñanzas masónicas de una restauración futura de Israel y reconstrucción del templo, y las profecías de una niña de 13 años de edad llamada Margaret McDonald, para formar su propia escatología de los tiempos del fin.

Una de las corrupciones segmentales de Lacunza, Irving, y Darby fue el errante reemplazo del tiempo de la angustia para Jacob del tiempo de la cautividad Babilónica por el tiempo después del supuesto rapto de la Iglesia, de otra manera llamado el "Periodo de la Gran Tribulación." ¿Permitirá esta perversión el texto de Jeremías de los capítulos 27-30? ¿Indiferentemente que ellos sean del Pacto Dispensacionalista, hombres y mujeres piadosas lo permitirán? ¿O admitirán ellos que según el texto y el contexto, el tiempo de la Angustia para Jacob es pasado y ya se cumplió todo?

Si ellos no aceptan que el tiempo de la angustia para Jacob es pasado, entonces éstos son desesperanzados anhelando que una mentira sea la verdad. Tales individuos no son honestos, fidedignos, o verdaderos ministros de la Palabra de Dios.

"¡AH, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado" (Jer. 30:7).

La escena de este entero verso es el inminente cumplimiento de los juicios de Dios sobre Israel y Jerusalén por sus grandes pecados e iniquidades. El ministerio entero de Jeremías entró para salvar esta generación. ¡Él es el Profeta llorón que vio venir los juicios de Dios y el instrumento del castigo de Dios, Babilonia! El curso entero de la historia de Israel estaba a punto de cambiar porque ellos no se arrepentieron. Ellos no se volvieron de sus maldades. La nación entera seria desterrada de la tierra de su posesión dada a ellos por el Pacto de Abraham. Ahora, ellos serian expulsados de la viña como profanos e impíos. Si como Moisés profetizó, ellos se hubieran vuelto y arrepentido, Dios les habría escuchado desde el cielo y los habría restaurado a su herencia. Así que, la escena está establecida. Dios los desterró, los envió a Babilonia desnudos, y allí ellos descubrieron sus pecados e iniquidades que les habían causado ser expulsados de la amada ciudad de Jerusalén. Este es el tiempo de la angustia para Jacob. Y la promesa es que el Señor salvaría a Israel de ésta. Correctamente, el término "Jacob" es simbólico de Israel. No hay salvación de la persona de Jacob sino de su simiente. Encontramos esta forma simbólica utilizada nuevamente en Jeremías 30:9 cuando después del tiempo de la angustia para Jacob en Babilonia, David o la simiente de David, que es el Mesías vendría y sería Rey sobre todo Israel.

Para aquellos que son honestos y no sienten un compelido propósito para torcer la Palabra de Dios para encajarla en los zapatos de una mentira, echen un vistazo a Jeremías capitulo 29 y por lo menos al verso 28 y vean si la escena para el siguiente capitulo no es la cautividad Babilónica como el tiempo de la angustia para Jacob.

"Porque él nos envió a decir en Babilonia: Largo será el cautiverio; edificad casas, y habitadlas; plantad huertos, y comed el fruto de ellos" (Jer. 29:28).

La escena es Babilonia y la cautividad. Ahora mire el verso 31 y vea si esto no se refiere a la cautividad Babilónica.

"Envía a decir a todos los cautivos: Así ha dicho el SEÑOR de Semaías de Nehelam: Porque os profetizó Semaías, y yo no lo envié, y os hizo confiar en mentira" (Jer. 29:31).

Una vez más, claramente la escena es Babilonia y la cautividad.

Luego sigue a esto Jeremías 30:1-9.

JER. 30:1 Palabra del SEÑOR que vino a Jeremías, diciendo:

JER. 30:2 Así habló el SEÑOR Dios de Israel, diciendo: Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado.

JER 30:3 Porque he aquí que vienen días, dice el SEÑOR, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho el SEÑOR, y los traeré a la tierra que di a sus padres y la disfrutarán.

JER. 30:4 Estas, pues son las palabras que habló el SEÑOR acerca de Israel y de Judá.

JER. 30:5 Porque así ha dicho el SEÑOR: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz.

JER. 30:6 Inquirid ahora, y mirad ahora si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto pálido todos los rostros.

JER. 30:7 ¡AH, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.

JER. 30:8 En aquel día, dice el SEÑOR de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán mas a poner en servidumbre,

JER. 30:9 Sino que servirán al SEÑOR su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.

Obviamente el tiempo de la angustia para Jacob sería el tiempo de la cautividad Babilónica. Y, tomando otro texto de Jeremías, conocemos que este lapso de tiempo del castigo no son siete años como el Pacto Dispensacionalista trata de adulterarlo, sino SETENTA AÑOS. Los mismos setenta años que Daniel observó eran el cumplimiento del tiempo de la angustia para Jacob y comenzó a orar por liberación.

La secuencia de los eventos es que Israel seria desterrado de la tierra prometida y llevado a Babilonia y allí por setenta años ellos estarían bajo el yugo de la esclavitud (Jer. 25:11, 27:8). Un remanente regresaría de la cautividad a la tierra y luego ellos esperarían por el Mesías para restaurar el Reino. Estallando en medio de esta gran calamidad, la esperanza Mesiánica comienza a tener un nuevo renacer. La venida de la simiente de David para gobernar sobre Israel. Y es cuando Daniel vio que los setenta años de la angustia para Jacob habían terminado y él dispuso su corazón para conocer cómo Dios restauraría a Israel a la tierra de la promesa. Él comenzó a orar y hacer suplica:

DN. 9:2 En el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de años de que habló el SEÑOR al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.

DN. 9:3 Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

Fue entonces cuando en las postrimerías del capitulo él recibió el lapso de tiempo de la venida de la simiente de David como el Mesías. La secuencia de los eventos es que la angustia para Jacob vendría, sería cumplida, y luego vendría la revelación del Mesías venidero.

¡Todo aquel que adultera el propósito de la Palabra de Dios que el tiempo de la angustia para Jacob no fue la cautividad Babilónica e intente colocarlo en lugar de unos futuros siete años de tribulación después que la Iglesia supuestamente sea raptada, es simplemente un falso profeta!


Cohen G. Reckart

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