Comunidad de Jesús Mesías

Luz A Las Naciones

Salvación Mesiánica Por Gracia Por Medio De La Fe

Pastor Cohen G. Reckart

Cumplida En Hechos 2:38

La fe no es pensamiento religioso como lo era entre los antiguos Griegos. No es filosofía o lógica. No es misticismo amoldado en teoría religiosa. Es la total experiencia religiosa de una persona dirigida hacia Dios por la adoración. La fe es expresada exteriormente en la voluntad humana hacia Dios en cada aspecto de la vida Mesiánica de Jesús Mesías. Las Escrituras revelan el plan para la salvación de fe. Jesús llamó a este plan "el camino" [Juan 14:6]. ¡Use su fe, siga el camino! Hay sólo UNA FE que es aceptable para Dios y ésa es la FE DE JESÚS MESÍAS. Cuando usted se convierte a Jesús Mesías usted debe renunciar a todas sus anteriores creencias religiosas y traer una mente fresca lista para ser discipulado y enseñada la fe de Jesús. Si usted no hace esto, no puede ser su discípulo y no puede ser salvo por la fe.

Como el Señor Jesús le revele las Verdades de su Judaísmo Mesiánico, esto se convierte en su fe. Usted puede añadir a su fe recibiendo más de las verdades del Nuevo Pacto. El propósito de la fe personal en el Señor Jesús es admitir y confesar que usted desea convertirse completamente a su fe del Judaísmo Mesiánico.

En el texto debajo la palabra *Cristo* la cual es el Griego para la palabra Hebrea *Mesías* es sustituida en la Versión Beth Jesus de las Escrituras por la palabra *Mesías* para que muchos puedan comprender mejor la Salvación Mesiánica por gracia por medio de la fe en Jesús.

Yo soy pecador: Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios [Romanos 3:23]. Sé propicio a mí, pecador [Lucas 18:13].

Arrepentirse por fe: Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados [Hechos 3:19]. Testificando a Judíos y a Gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesús Mesías [Hechos 20:21].

Confesar por fe: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad [1 Juan 1:9].

Perdón por fe: Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar [Isaías 55:7].

Creer por fe: El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado [Marcos 16:16]. Esta es una profecía del Mesías, no solo palabras para argüir si el bautismo en agua es esencial para la salvación Mesiánica.

Bautismo por fe: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesús Mesías para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo [Hechos 2:38].

Nacido del Espíritu por fe: Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios [Juan 3:5]. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen [Hechos 5:32]. Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo [Judas 1:20].

Amor por fe: Para que habite el Mesías por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor [Efesios 3:17].

Santos por fe: Llamados a ser santos (santos únicos) [1 Corintios 1:2]. Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir [1 Pedro 1:15]. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor [Hebreos 12:14].

El nuevo Israel por fe: Porque en el Mesías Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios [GÁ. 6:15-16].

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Las Escrituras enseñan que a todos al nacer se nos es dada una medida de fe (Ef. 4:7). Esta medida de fe debe ser usada hacia el Señor Jesús como el Mesías. Encontramos a ambos Judíos y Gentiles utilizando esta pequeña medida de fe hacia Jesús en varios registros del Evangelio. Cada uno dará cuenta por su medida de fe si la usó, o se rehúso a usarla para venir a la salvación.

Este fe cuando es dirigida hacia Jesús y la salvación, se convierte en nuestra fe individual. Nadie puede tomar de nosotros lo que nuestra propia fe ha obtenido. Eso que Jesús nos enseña y coloca en nuestros corazones, es la fe por la cual nosotros vivimos la vida Mesiánica. La vida Mesiánica entonces se convierte en un camino de fe. Las obras no pueden producir fe, pero la fe produce sus propias obras. Por lo tanto la fe sin obras es muerta. Porque sin fe es imposible agradar a Dios.

Antes que una persona vaya al infierno por homicidio, fornicación, adulterio, adorar ídolos, beber, usar drogas ilegales, fumar y utilizar productos de tabaco, mentir, etc, ellas tendrán primero que responder por qué no utilizaron su medida de fe para venir a la salvación. Y si ellas fallan en esa parte para producir la evidencia de la salvación por su nombre estar en el Libro de la Vida del Cordero, entonces ellas automáticamente irán al lago de fuego. Éstas no tiene necesidad de ser juzgadas por ningún otro pecado.

Sí, ellas serán juzgadas como pecadores porque no se arrepintieron por fe, no fueron bautizadas por fe para el perdón de los pecados. Y sí, ellas serán aún culpables de todos esos males, pero el pecado más grande será rechazar el Calvario, rechazar la sangre derramada, rechazar a Jesús como el Mesías, y rechazar el amor de Dios. Cuando se usa la fe de la Biblia se acepta todo eso. Y debido a que ellas no utilizaron su medida de fe en este aspecto, ellas no tienen necesidad de ser juzgadas por todos los demás pecados, ellas ya se ha condenado a sí mismas.

Eso es el por qué la fe en Jesús como el Mesías es esencial para la salvación. Y eso es el por qué las obras de la religión y las obras de los rituales no pueden salvar. Se necesita fe en Jesús como el Mesías. Y cuando la persona utiliza su fe en Jesús como el Mesías según la voluntad divina y el plan de salvación (Hechos 2:38), la gracia de Dios es dada como un don gratis. Ese don gratis de la gracia permanece con nosotros en cuanto crecemos en nuestra fe en Jesús Mesías y vencemos al mundo.

Cuando cada persona recibe la gracia de Dios, es significado por el bautismo del Espíritu Santo. Esta era la evidencia del nacer de nuevo (Juan 3:3-5; Hechos 2:1-4).

Y cuando una persona es un hijo o hija de Dios, podemos decir que hemos sido salvos por gracia por medio de la fe y no que sea de nosotros mismos, es el don de Dios. Cuando señalamos a una Escritura que contiene toda la fe básica y esencial para que un nuevo creyente y convertido obtenga gracia, ésta es Hechos 2:38.

Pastor Cohen G. Reckart