Comunidad de Jesús Mesías

Luz A Las Naciones

Quién Es El Israel De Dios

Por Cohen G. Reckart
Tampa, Florida USA

Y a todos los que anden conforme a esta fe, shalom sea a ellos, y misericordia al Israel de Dios (Gálatas 6:16 VBJ).

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Si usted le dice a alguien que la Iglesia reemplazó al incrédulo Israel, usted seguramente va a recibir o un bofetón en el rostro o un buen regaño por ser necio. Éste se reirá y le dirá: *¿cómo puede un Gentil reemplazar a un Judío?*

Las razones para esta respuesta son muchas. La primera y principal es la mal información que es enseñada por Judíos, Católicos, y Protestantes, en primer lugar que la Iglesia es Gentil. Y el suponer que los Gentiles podrían en alguna manera reemplazar a los Judíos se considera un pecado imperdonable.

¿La Iglesia Gentil? ¿Ahora de dónde pudo venir tal mentira? No vino del Señor Jesús. Y más seguramente no vino de los Apóstoles. ¿Entonces de dónde pudo venir? Ésta vino del interior del Judaísmo mismo. Los Judíos en los días del Mesías y hoy, mantienen la opinión que cualquiera que se convierte en seguidor de Jesús se ha cortado de Dios y se ha separado de las promesas de la nación y de las bendiciones de Israel.  

Un Judío puede ser ateo, gnóstico, homosexual, lesbiana, bisexual, producir filmes sucios y películas violentas, escribir declaraciones anti-Dios, liderar segmentos de homicidio de la mafia, ser brujo, alguien que practique la adivinación, un molestador de niños, tener ídolos, ser alcohólico, usar y vender drogas ilegales, utilizar venenos para asesinar supuestos enemigos, etc. etc, y aún ser considerado Judío. Pero si cualquier Judío, sea un joven o una joven, hombre o mujer, se convierte en creyente en Jesús Mesías, ellos NO SON CONSIDERADOS MÁS JUDÍOS.

Se realizan funerales donde los miembros y amigos de la familia vienen y se sientan estremeciéndose, es decir se sientan en silencio lamentando la pérdida a Jesús. Estos Judíos Mesiánicos son considerados como muertos y son desheredados y en muchos casos nunca se les considera vivos nuevamente. Estos Judíos Mesiánicos, como lo fueron los Judíos en la Iglesia primitiva, son objeto de crímenes de odio (llamados persecución en las Escrituras), sobre ellos por su propio pueblo. Los Jasídicos no harán normalmente contacto con estos cortados miembros de familia y a ellos se les considera eternamente condenados.

Así que, los mismos Judíos han creado la falsa doctrina (levadura), que para un Judío convertirse en creyente Mesiánico en Jesús se convierte en un Gentil (los Judíos enseñan que los Creyentes Mesiánicos son Gentiles y convertirse en Mesiánico es convertirse en un Gentil y renunciar a todos los derechos de la Judaicidad). ¡Esto es falso! Ellos ven a la Iglesia como una institución cruzada (perro Gentil), y a sí mismos aún como los únicos beneficiarios de TODAS las bendiciones y promesas de Dios. El Gentil que se rehúsa a ser prosélito a la interpretación Fariseo Talmúdica del Judaísmo del Antiguo Testamento es considerado profano y más allá del alcance de Dios para la salvación.

¿La Iglesia Gentil? Eso puede ser lo que muchos piensan ya que les han sido lavados sus cerebros para pensar sobre ésta como no Judía. ¿Pero qué enseñan las Escrituras? De Mateo 1:1 a Apocalipsis 22:21, no hay un sólo verso de la Escritura que diga que la Iglesia era Gentil o fue una invención Gentil. En cambio las Escrituras evidenciarán claramente que la Iglesia era el reavivamiento Judío de la Esperanza Mesiánica que Dios levantó contra el Talmudismo/Fariseísmo Babilónico y el Saduceísmo. Este remanente Mesiánico fiel de las doce tribus reemplazó a aquellos Israelitas que no vivieron piadosamente para Dios, o que no creyeron en el Mesías (Gá. 4:24-26). En el texto previo la Iglesia reemplazó al templo como Isaac reemplazó a Ismael. Los Gentiles se convirtieron a este Israel de Dios por el Evangelio del Mesías Hechos 11:8.

Este Israel era el Israel de fe, y por consiguiente la simiente de Abraham Gá. 3:29. El Israel de incredulidad, el condenado Israel debido a que ellos no confesaron que el Mesías había venido en carne como Jesús 1 Juan 4:3, éste es el Israel que no posee el Pacto de Abraham a menos que ellos se conviertan al Nuevo Pacto de Jesús.

El Mesías al rechazar la nación no posee un sacerdocio valido ya que el Sumo Sacerdocio de Jesús y los Ministros del Nuevo Testamento la han reemplazado totalmente He. 7:11-12, 1 P. 2:5; Ellos no tienen un templo valido ya que éste fue reemplazado por el cuerpo de nuestro Señor Juan 2:21, y también por los cuerpos de los santos (1 Co. 3:16-17; 2 Co. 6:16; Ef. 2:21-22), y además por la Iglesia. Éste no posee sacrificio de sangre aparte de la sangre del Señor Jesús (He. 9:12). Ellos no poseen el trono de David porque éste ha sido transferido a la Iglesia (He. 4:16); Ellos no tienen Dios, ya que ellos rechazaron a Jesús, Emmanuel (He. 6:8, Dios con nosotros). Y ellos no poseen un futuro destino aparte de la Iglesia que es la escogida y el Israel de Dios (Col. 3:12). Juan profetizó que el hacha (juicio de Dios) era puesta a la raíz de los árboles (Mt. 3:10); Jesús dijo: *Toda planta que no plantó mi Padre celestial, SERÁ desarraigada* (Mt. 15:13). ¿Y quien negará que él habló esto del culto del templo y de los Fariseos los cuales hoy son conocidos como Talmudistas (Vea el Talmúd)?

Pablo dijo que ellos serían injertados nuevamente si no permanecían en incredulidad o apostasía (Ro. 11:19-23). Ahora, los incrédulos y no salvos son las ramas desgajadas, y en esta condición, ellos no son el pueblo escogido o elegido de Dios. Ellos se han excluidos por elección. Pedro dijo de los Judíos y los Gentiles en la Iglesia como el Israel de Dios, que ellos eran la *generación escogida* o *pueblo escogido* (1 P. 2:9). Pablo dijo que Jesús nos había *escogido* en él antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4). Las ramas desgajadas deben venir al verdadero Israel de Dios. Ellos no son el Israel de Dios en incredulidad (Ro. 2:28-29). Y si ellos no vienen al verdadero Israel de Dios y no confían en Jesús por fe para salvación según Hechos 2:38, entonces todos éstos se perderán para toda la eternidad (Marcos 16:16).

Las profecías concernientes al Mesías señalan un tiempo cuando Dios haría un Nuevo Pacto (Nueva Torá) con la casa de Israel (Jer. 31:31; He. 8:7). Cuando esta Nueva Torá llegara, la Antigua Torá sería cancelada y anulada (Ef. 2:15). La Nueva Torá sería escrita en sus corazones. El Mesías anunciaría esta era de la Torá del Nuevo Pacto. El Mesías sería más grande que Moisés (He. 3:3). En realidad, Moisés profetizó de la venida de Jesús, diciendo al pueblo: *Y toda alma que no oiga aquel Profeta (Jesús), SERÁ DESARRAIGADA DEL PUEBLO* (Hechos 3:22-23).

¿La Iglesia Gentil? Refutemos esto bastante rápido. Aquí está una realidad Bíblica que nadie honestamente puede contradecir: En Mt. 16:18 Jesús dijo: *Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.* La Iglesia iba a ser establecida sobre la confesión que Jesús era el Mesías. Como Mesías él era Dios y al mismo tiempo el hijo heredero de David y Rey de Israel (Sal. 132:11). Como Rey, él era Gobernante sobre todo Israel fuese que el culto del templo y los usurpadores religiosos le aceptaran o no.  

El Reino Israelita de los reyes fue establecido en el Gilgal. Saúl fue al Gilgal y allí fue ungido por el Profeta Samuel para ser Rey (1 S. 11:14). David fue ungido por Samuel y después fue al Gilgal y allí oficialmente recibió el Reino y volvió en alabanza y triunfo (2 S. 19:15), y allí en esa misma precisa cima, toda Judá salió oficialmente a recibir a Jesús su esperanza y Rey Mesiánico.

Este lugar de unción estaba en el Banco Oriental del río Jordán donde Josué como tipo de Jesús, trajo a los Hijos de Israel a la tierra prometida. Allí Elías y Eliseo permanecieron juntos entre una gran colonia de Profetas que continuó viviendo allí por generaciones porque ellos sabían por revelaciones divinas que el Mesías primero aparecería allí como el Rey de Israel (vea 2 R. 2:1, 4:38). Y Juan fue allí porque Dios le habló que fuera y bautizara y aquel sobre quien Juan viera descender y permanecer el Espíritu, él sería el Mesías que recibiría el Reino. El Mesías debía por el precedente Divino venir al Jordán en el Gilgal donde el ministerio de un Profeta (el mismo espíritu en Elías) se cumpliría nuevamente sobre el Rey Mesiánico de Israel.   

Juan inmediatamente no entendió que él iba a cumplir el ministerio de Elías (Juan 1:21). Jesús más tarde reveló a los Apóstoles que Juan era el Elías que vendría antes del Mesías y prepararía su senda (Mateo 11:14). En el Gilgal las abominaciones de Egipto eran apartadas (olvidadas). Y en el Gilgal los pecados del Judaísmo bajo la Ley serían quitados por el Mesías que moriría y derramaría su sangre para traer reconciliación por los pecados. Lo que comenzó en el Gilgal fue finalizado en el Calvario o como nosotros lo conocemos como nuestro Gilgal-ta (Gólgota), los pecados de todos aquellos en el Nuevo Israel son quitados.  

Este lugar de cruce era llamado Betabara (casa del cruce), en los días de Jesús. Y en el Calvario o Gólgota, ocurrió el cruce entre la Ley y la Gracia y la antigua Nación de Israel en las manos de los Fariseos y el Reino. Fue en el Gilgal, que Jesús fue a que Juan el Bautista impusiera las manos sobre él en el espíritu y autoridad del profeta Elías, y él oficialmente se convirtió en Rey. Su retrasada entrada triunfante a Jerusalén más tarde se describe en David que también tiene una entrada retrasada y el anuncio publico de su reino. Este evento de gozo señaló su presentación y la señal que él era el Mesías (Zac. 9:9, Mt. 11:14). Juan vio descender el Espíritu sobre Jesús como testigo personal de Dios que él era el Mesías (Juan 1:32-33). De los bancos del río Jordán y del Gilgal (llamado *el desierto de Judea* en la VKJ), Jesús salió a predicar que el Reino de los Cielos se había acercado (Mt. 4:17).

La palabra *Iglesia* como es usada por nuestro Señor y Rey en Mt. 16:18 es una de las más dinámicas evidencias que la Iglesia es el Israel de Dios. La palabra *Iglesia* en este texto es la palabra Griega *ecclesia* y se toma además para identificar una *asamblea o congregación.* Y la asamblea o congregación es un grupo colectivo que comparte una sola identidad como el Israel de Dios. La Versión Griega de la Septuaginta de las Escrituras hecha alrededor del 280 a.C y usada por Jesús y los Apóstoles, utiliza el Griego *ecclesia* en varios lugares para describir al *santo* Israel en asamblea como una congregación delante del Señor (Lv. 8:14; Nm. 20:8; Dt. 18:16; Jue. 20:2, 21:8; 1 S. 17:47; 2 Cr. 30:23; Sal. 107:32).

El término *ecclesia o Iglesia* se convirtió en Israel en la teología religiosa (Hechos 7:38). Cuando Jesús utilizó la palabra *ecclesia* en el texto de Mateo 16:18, él estaba diciendo Israel en términos teológicos y Bíblicos. La *asamblea o congregación* era el lugar señalado de reunión entre Dios y el hombre. Cuando Jesús dijo que él *edificaría su Iglesia, o su asamblea o congregación* de Israel, él estaba al mismo tiempo estableciendo que su Iglesia sería el lugar de reunión de Dios y el hombre. Dios no se reunirá más en el templo con los incrédulos que no se congregan en el nombre de Jesús Mesías (Dios). Todo convertido del Nuevo Testamento debe congregarse en una congregación que tenga como su doctrina y enseñanzas, la Nueva Torá (Nuevo Pacto) de Jesús. Las marcas que identifican al grupo que Jesús llamó *SU* Israel. Ellos permanecen en las doctrinas del Mesías y los Apóstoles y no son seguidores de las tradiciones de hombres (Fariseísmo), o cualquier otra doctrina, dogma, teoría, o filosofía de hombres.  

Al decir que él edificaría o establecería su *ecclesia,* su asamblea, o *Israel,* fue en ese momento en oposición a la caída *ecclesia* de Israel que había determinado que ÉL NO REINARÍA SOBRE ELLOS (Compare Lucas 1:33 con Lucas 19:14). Aquí la verdadera Iglesia y la falsa Iglesia, la Novia y la gran ramera de Babilonia están identificadas. Aquí el contrario culto del templo y el Tabernáculo de David están identificados. Aquí el Anticristo y la Iglesia están en guerra espiritual. Aquí los reinos de la oscuridad y la Luz están en conflicto. Aquí el anticristo se levantará en los tiempos del fin para realizar un ataque final al verdadero Israel de Dios.

El verdadero y único valido Israel era aquellos Israelitas de las doce tribus que vinieron bajo el trono de David que el Mesías iba a regir. Muchos miles de las doce tribus vinieron a la Iglesia del Nuevo Testamento así que todas las tribus están representadas allí. Los otros que rechazaron a Jesús y su Reino y que se comprometieron al Israel anticristo eran en efecto Judíos, pero al ser anticristos e incrédulos no eran contados como el valido Israel. Es una realidad que aquellos que eran apostatas bajo la Ley y cortados no podían después afirmar ser un verdadero Israelita según religión, aunque ellos pudieran profesar afinidad debido al nacimiento y la raza. De igual manera, aquellos que la Ley cortaba de cualquier modo durante la vida de Jesús no podían afirmar una verdadera identidad Judía como un hijo o hija de Dios. Todos los que eran culpables de homicidio y estuviesen envueltos en el complot y la conspiración del asesinato, bajo la Ley, merecían la pena de muerte y ser cortados. Que esto no fuera practicado sobre aquellos culpables de la crucifixión de Jesús, no los excusó a los ojos de Dios. Aquellos que rehusaron venir bajo el trono de Jesús y su Reino, eran lo mismo que rebeldes, traidores, sublevados (Mt. 22:6; Hechos 7:52). Era necesario para todos los Judíos saber que si rehusaban venir al Reino de Jesús, entonces ellos NO eran ovejas del verdadero Israel sobre el cual Jesús era Señor y Mesías (Juan 10:26). ¡Si ellos no eran de su redil, entonces ellos no eran sus ovejas! Hay un sólo Redil y un Pastor. Aquellos que rehusaron oír su voz, Jesús dijo que no eran sus ovejas. ¡Jesús siendo Dios manifestado en carne sabía que su Israel y su oveja, no dudaría ni un minuto!

Entonces las ovejas corruptas se confederaron apostatas y si así ellas no lo fueran, ellas habrían creído (Juan 6:64-65). Entonces el Israel de Dios es el Israel del Mesías y el trono de David. Y Daniel dice que su Reino será un Reino eterno que llenará la tierra entera (Dn. 2:44). Así que este Reino no se pospuso o se retrasó y nunca vendrá a fin. Éste fue ungido sobre Jesús en el Gilgal en Betabara. Jesús llamó a sus ovejas durante tres años y medio para que se separaran de las cabras y de las otras ovejas. Jesús dio su vida por las ovejas y en el día de Pentecostés la puerta del Reino se abrió para las otras ovejas que oirían la voz del pastor a través del Apóstol Pedro y los demás Apóstoles. Los Gentiles fueron injertados en este Israel de doce tribus y fueron hechos coherederos tres años y medio después que la 70ª semana expirara (Ro. 8:16-17; Tito 3:7). El Reino de Jesús Mesías es el Israel de Dios y éste es la Iglesia que Jesús estableció en el día de Pentecostés. Aquel mensaje fue predicado en todo el mundo durante el primer siglo e irá nuevamente a los fines de la tierra por el Ministerio de Profetas de los últimos tiempos. El Reino del verdadero Israel de Dios ha estado ahora en el mundo por casi 1,972 años desde el día de Pentecostés. Otros 1,000 años del Reino vendrán durante el Milenio. Después de eso el Reino va a los Nuevos Cielos y Nueva Tierra. Y allí permanecerá por toda la eternidad. El Reino de Jesús no tiene fin porque él es Dios.

Cualquier Judío o Gentil que rechace este reino durante su vida se condena como indigno del don de la vida eterna (Hechos 13:46). Cuan triste es rechazar a Jesús como el Mesías basado en un continuo odio y fanatismo Judío. Es ridículo practicar crímenes de odio contra los Mesianianos para mostrar abiertamente que ellos rechazaron este Reino y que Jesús les gobernara. Pero lo hicieron por todo el mundo en el primer siglo y una vez más vendrán contra el Israel de Dios desde Jerusalén del anticristo y su horda.

Lo que encoleriza más que nada a los Judíos y Noahideitas, es el por qué los Creyentes Mesiánicos confiesan y hacen la afirmación que el trono de David está ahora en la Iglesia del Nuevo Testamento y que afirmen que ésta es el verdadero y valido Israel de Dios. Lo que les hace blasfemar es que se diga que ahora no hay diferencia para Dios entre los Judíos y los Gentiles (Ro. 10:12), Dios ha sujetado a todos bajo pecado que él puede tener gracia sobre todos igualmente (Ro. 11:30-33). Para recibir la acusación de antisemita, sólo confiese que NINGÚN Judío puede ser salvo aparte del nombre y sangre de Jesús (Hechos 4:12; Ro. 3:25).  

Porque confesar estas afirmaciones (Ro. 10:9), es decir que la nación de Israel, sin importar cuantos Judíos estén dentro de ella, si ellos no están en el Israel de Dios, la Iglesia del Reino, éstos no son el pueblo de Dios. Éstos solamente son fingidores (hipócritas ... dobles caras, es decir, ... un Judío en una cara y un apostata con la otra). Si éstos no blasfeman la obra del Espíritu Santo (Espíritu de Dios) obrando en el Reino de Dios, entonces ellos pueden ser perdonados y ser salvos. Si ellos rechazan a Jesús entonces no hay salvación para ellos.

Jesús señaló claramente que los Judíos *hipócritas* no loan a Dios debido a la circuncisión o sus afirmaciones de carne y sangre divina. Éstos no pueden afirmar exclusividad como el pueblo escogido de Dios porque Dios no cuenta la circuncisión de un apostata como si tuviese merito. Dios no es racista así que él no cuenta la sangre ni la carne para nada. Dios cuenta la fe y solamente la fe cuando ésta está dirigida al apropiado objeto de la fe, y ése es Jesús Mesías. Aquellos que rechazan a Jesús no pueden presentar la afirmación que el trono de David fue transferido a Jesús el Mesías, y se lo quitan con violencia y fuerza. Sería necesario esto para siquiera intentar validarles ser el verdadero Israel. Destruir que Jesús fue el heredero del trono de David, predigo que se levantará al interior del Judaísmo, aquellos que harán correr la teoría que David nunca existió con el propósito de afirmar que Jesús y su genealogía es un fraude. Y ya que esto seguramente saldrá de los labios de un supuesto divino Rabino Talmúdico, muchos tomarán esto como verdad.

Y, espero oír un inclemente trueno de protestas de los modernos Judíos Fariseos/Talmudistas sobre este tópico del trono, ciertos de estos anticristos harán la afirmación que la herencia del trono debe venir al verdadero Mesías a través de Salomón, en un intento para probar que Jesús no pudo haber heredado el trono, porque la genealogía de Lucas reporta que su linaje viene de David por medio de Natán y no Salomón.  

Éstos no le dirán que el linaje de Salomón fue cortado cuando Joacim cortó la profecía de Jeremías con un cuchillo-esfero y la arrojó al fuego. Ya que este linaje era el linaje de José como se registra en Mateo, el Mesías no podía haber sido la simiente biológica de José o él habría sido desheredado de ser el Mesías y el heredero del trono de David sobre Israel. Así que, lea la profecía de Jeremías que ninguno del linaje de Joacim (línea de Salomón), a partir de entonces sería reconocido como valido Rey de Israel (Jer. 36:30). El linaje de Salomón fue cortado. Y no existe nadie hoy que pueda probar que su linaje es de Salomón o Natán. Jesús fue el último heredero del trono de David. Y ya que él no tuvo descendientes varones, el linaje del trono se detiene en Jesús; Él es verdaderamente REY de reyes y SEÑOR de señores, ahora y de aquí en adelante y para siempre. ¡Amén!

¿La Iglesia Gentil? Considere que Jesús fue un Israelita de la tribu de Judá. Considere que todos sus Apóstoles y primeros discípulos todos fueron Judíos de las doce tribus. Durantes tres años y medio, los creyentes fueron sólida y completamente Judíos. Personas de todas las otras doce tribus se unieron con Jesús bajo su trono Mesiánico. Esto les hizo el Israel de Dios. Este era el remanente de toda la nación entera, según la elección de la Gracia (importante, lea Ro. 9:27). En el día de Pentecostés 3,000 fueron añadidos a la Iglesia. Recuerde la palabra Iglesia aquí es el Griego *ecclesia* y quiere decir la asamblea o congregación del Israel de Dios, por ende el Israel de Dios. Así que estos 3,000 fueron añadidos al Israel de Jesús de Dios. Luego 5,000 maá fueron añadidos a la Iglesia o al Israel de Dios bajo el trono de David en Jesús Mesías. Y por los siguientes diez años la nación entera de Israel fue evangelizada y muchos cientos de miles de las doce tribus vinieron al verdadero Israel de Dios (esto es el por qué la Nueva Jerusalén muestra a los Apóstoles como los doce cimientos y los nombres de las puertas según las doce tribus que primero vinieron a la Iglesia del Nuevo Testamento).  

Luego, en Hechos capítulos 8 y 10, los Samaritanos y los Gentiles fueron también añadidos (adoptados o injertados), en el Israel de Dios. Pablo enseña esto en su discurso del olivo. Los Gentiles fueron injertados en el Israel de Dios. Ahora los Gentiles no son, ni siquiera han sido el exclusivo Israel de Dios. Porque haya un gran numero de Gentiles en la Iglesia, no la hace un exclusivo grupo Gentil. Los Gentiles que vienen a la Iglesia pierden su identidad de Gentiles y se convierten en Judíos, no solo Judíos espirituales, sino Judíos verdaderos con todas las de la ley que por adopción pueden presentar la afirmación de ser ahora de la tribu de Judá Hechos 26:18. Porque todo aquel que enseña el misterio que el Gentil debía ser coheredero de las promesas de Abraham y esto hace de alguna manera a la Iglesia Gentil, está falto de honestidad y de conocer la verdad. La Iglesia o Israel de Dios está ahora compuesta de ambos Judío y Gentil, pero nos hemos convertidos en UN NUEVO HOMBRE EN el Mesías (Gá. 6:15; Ef. 2:15; Col. 3:10; He. 10:20). Y esto se declara tan claramente en muchos lugares, que para que una persona lo niegue, es exponerse como no conocedora de la verdad del Nuevo Pacto.

Hay sólo UNA ESPERANZA para el Judío y el Gentil (Ef. 4:4); Un REDIL de Judío y Gentil (Juan 10:16); Una IGLESIA (Hechos 2:47, 16:18); Un CUERPO (Ro. 12:5; 1 Co. 12:12-13); Una FAMILIA en el cielo y la tierra (Ef. 3;14-15); Un SEÑOR (Ef. 4:5); Una FE (Ef. 4:5); Un BAUTISMO (Ef. 4:5); y Una HERENCIA PARA AMBOS JUDÍO Y GENTIL (Hechos 26:18; Ef. 1:11, 5:5; Gá. 3:18).

Todos los Gentiles que son adoptados (Ro. 8:15; Ef. 1:5), en el Israel de Dios bajo el Trono de Jesús, heredero de David, por fe en el proceso de adopción en Hechos 2:38 y que continúan en la doctrina de los Apóstoles, son hechos miembros REALES y legítimos de la tribu de Judá en la única familia de Jesús Mesías (Ef. 2:19). Ahora, en el Israel de Dios, éstos no son más *extraños* y *ajenos* de la ciudadanía del verdadero Israel sobre el cual el Trono de Jesús reina y gobierna (Ef. 2:12-13) ... (el Israel apostata no es la ciudadanía de Israel de la que Pablo habla aquí).

Debido a la falsa doctrina esparcida por Judíos y Cristianos que no conocen la verdad, muchos corazones honestos que vienen al Cuerpo de Cristo, el Israel de Dios, son engañados en que ellos no tienen parte con la verdadera ciudadanía de Israel sobre la cual Jesús reina y gobierna, sino que ellos han entrado en la Iglesia Gentil. Aun cuando, la realidad sea, que aquellos que NO ESTÁN EN EL CUERPO DEL Mesías no son el Israel de Dios. Jesús habló a los Judíos incrédulos en Marcos 16:16 y declaró plenamente que el tener carne y sangre Judía (Juan 1:12-13), no era la automática salvación (eterna seguridad incondicional en Abraham), ni era considerado algo de gran valor para Dios, como si él necesitara varones circuncisos y carne y sangre Judía para establecer, aprobar, o sancionar su Reino en la tierra (Mt. 3:9). El mensaje de Jesús Mesías fue GRACIA no RAZA (Juan 1:16-17).

Porque todo aquel que enseña que la Iglesia es Gentil, ciertamente está quitando de Jesús su honor de ser el Mesías, el Señor, y Mesías sobre muchos miles de Judíos que creyeron y fueron las primicias del Reino. Éstos aceptan el derecho y la dignidad del trono de David en Jesús. Enseñar la escatología Judía del aplazamiento que el Reino no viene hasta el Milenio, es negar que Jesús actualmente es el Señor Mesías sobre la Iglesia, el Israel de Dios del Nuevo Testamento. Aquellos que conocen la revelación bendita de Jesús Mesías levantarán sus cabezas alto y confesarán a todos los incrédulos: ¡DEL ACRECENTAMIENTO DE SU GOBIERNO (REINO) NO HABRÁ FIN (Dn. 9:7)!

Algunos ciertamente se hincharán de orgullo y gritarán: "¡Si! ¡Que Bien! Ustedes quieren todas las bendiciones de los Judíos, pero no quieren ninguna de sus maldiciones." Yo respondería: Las maldiciones sobre los Judíos suceden porque ellos escogen ser apostatas y quebrantan el Pacto del Sinaí. Ellos también rechazan a Jesús como el Mesías y su ofrecimiento del Nuevo Pacto (Nueva Torá). Así que oyeme e infórmalo francamente: Cualquier Mesiánico que se convierte en *apostata* (no solamente alguien que se aparta por temporada), después de probar la Gracia y salvación de Dios como está establecido por la obediencia de la fe en Hechos 2:38 (ver también Ro. 16:26; He. 6:4), recibirá el mismo juicio y condenación como todos los Judíos incrédulos. Pero aquellos Creyentes Mesiánicos que no apostatan, éstos son beneficiarios de *todas* las bendiciones y promesas de Dios. Hay un eterno castigo que espera a todos aquellos que fueron incrédulos en sus generaciones desde Adán hasta la segunda venida del Mesías. El ser condenado no es un exclusivo castigo para los incrédulos Judíos solamente. Éste espera a todos aquellos que vivan impíamente y o que rechacen los tipos que señalan, o la plenitud de la Esperanza Mesiánica y revelación en Jesús.

Así que, si los Creyentes Mesiánicos obedecen por fe este Evangelio que fue primero predicado a los Judíos solamente, entonces esta fe y salvación les da derecho a ser COHEREDEROS de *todas* las promesas y bendiciones que iban a caer solamente sobre los Judíos Mesiánicos justos, y santos que creen en Jesús.

Durante el tiempo que los Judíos permanezcan apostatas se excluyen a sí mismos de las bendiciones de Dios y ellos se maldicen por su propia elección. Dios no los ha desechado, ellos mismos se desecharon, o como diría Pablo fueron éstos desechados (Ro. 11:1-2, 15)? ¿Si Dios no los desechó, cómo entonces ellos en el verso 15 son desechados, a menos que lo hicieran ellos mismos eligiendo ser anticristos? Los Gentiles que vienen al Israel de Dios, no se les exige recibir o aceptar los juicios de aquellos desechados o que merecen las maldiciones de Deuteronomio. Aceptar las maldiciones es demostrar las señales y actitud de rechazar a Jesús como el Mesías, y eso simplemente no es una verdadera conducta Cristiana.

Mientras que todo Gentil-Judío-Mesiánico permanezca injertado en el Israel de Dios y sigue tras la estatura y justicia del Mesías, ellos son bendecidos y nunca pueden ser maldecidos por ningún hombre o religión (Génesis 12:3). Mientras estos Gentiles que aceptan su adopción en el olivo (el Israel de Dios, la Iglesia), y por eso reciben de la *grosura,* éstos son *participes* de las bendiciones de la raíz del árbol. Una vez en la condición de justicia del Mesías, no hay maldiciones para heredar o experimentar hay SOLAMENTE BENDICIONES (Ro. 11:17).  

Así que, no es necesario para los Judíos Mesiánicos aceptar o afirmar ninguna de las maldiciones que están designadas sobre aquellos que son incrédulos y apostatas de la fe del Mesías. El Nuevo Testamento no dice donde que una persona que sea coheredera de las promesas y bendiciones, deba también ser heredera de la condenación y juicio de los incrédulos al mismo tiempo (y si usted enseña esta doctrina de bendiciones y maldiciones juntas, déme Escrituras). ¿Entonces por qué se presenta el argumento? Así que la declaración que si los Judíos Mesiánicos desean las bendiciones deben también tomar las maldiciones, son uvas agrias y refleja ignorancia en el conocimiento del Evangelio y revelación de Jesús Mesías.

Cualquier idea de una exclusiva Novia Gentil para el Mesías, es falsa doctrina. Existe un elaborado esquema de usar varias Escrituras para apoyar esta herejía, pero sólo es eso, una fabricación. ¿Qué de los diez millones de Judíos que fueron Creyentes Mesiánicos el primer siglo? ¿Perdieron los diez millones o Creyentes Mesiánicos Judíos del primer siglo su herencia de las bendiciones y promesas en Abraham porque ellos creyeron en Jesús como el Mesías y Señor? ¿Son ellos excluidos de la Novia? ¿Entonces no están aquellos en la Novia CON las promesas y bendiciones de Abraham? ¿No es el Pacto de la Novia lo que nosotros llamamos el Nuevo Testamento? ¿Y no incluye este Pacto a los Judíos primeramente y LUEGO a los Gentiles convertidos al Israel de Dios? La Iglesia es la novia, y en este aspecto ésta es el Israel de Dios, comprometiendo al Judío y Gentil convertidos que fueron adoptados en la Tribu de Judá, y son uno en el Cuerpo del Mesías. Así que la novia será de la tribu de Judá.

Todos los creyentes de Hechos 2:38 son Judíos Mesiánicos por adopción y aunque el hombre pueda negarlo, en el día de la venida de Jesús Mesías, esto será manifiesto. Porque es en el bautismo en agua que la Novia toma el nombre de su esposo. El bautismo en este aspecto puede ser en parte el *reemplazo* del antiguo baño de boda Judío. Encuentre una verdadera Iglesia en algún lugar que conozca la revelación de Hechos 2:38 y entre al Israel de Dios donde los Judíos Mesiánicos celebran a su Mesías en canto, alabanza, y danza. Nuestra oración es que todos los Judíos sean salvos por medio de la fe obedeciendo Hechos 2:38.

*** Por favor note: La Comunidad de Jesús Mesías no está asociada o afiliada con ninguno de los movimientos Mesiánicos actuales que observan los rituales del Antiguo Testamento o la Ley. Nosotros somos la Comunidad Mesiánica del Nuevo Pacto donde los adornos y doctrinas del Mesianismo Trinitario Judío no son observadas.

Pastor Cohen G. Reckart