Y a todos los que anden conforme a esta fe, shalom
sea a ellos, y misericordia al Israel de Dios (Gálatas 6:16
VBJ).
+ + +
Si usted le dice a alguien que la Iglesia reemplazó al incrédulo
Israel, usted seguramente va a recibir o un bofetón en el rostro o
un buen regaño por ser necio. Éste se reirá y le dirá:
*¿cómo puede un Gentil reemplazar a un Judío?*
Las razones para esta respuesta son muchas. La primera y principal es
la mal información que es enseñada por Judíos,
Católicos, y Protestantes, en primer lugar que la Iglesia es Gentil.
Y el suponer que los Gentiles podrían en alguna manera reemplazar
a los Judíos se considera un pecado imperdonable.
¿La Iglesia Gentil? ¿Ahora de dónde pudo venir tal mentira?
No vino del Señor Jesús. Y más seguramente no vino de
los Apóstoles. ¿Entonces de dónde pudo venir? Ésta
vino del interior del Judaísmo mismo. Los Judíos en los días
del Mesías y hoy, mantienen la opinión que cualquiera que se
convierte en seguidor de Jesús se ha cortado de Dios y se ha separado
de las promesas de la nación y de las bendiciones de Israel.
Un Judío puede ser ateo, gnóstico, homosexual, lesbiana,
bisexual, producir filmes sucios y películas violentas, escribir
declaraciones anti-Dios, liderar segmentos de homicidio de la mafia, ser
brujo, alguien que practique la adivinación, un molestador de niños,
tener ídolos, ser alcohólico, usar y vender drogas ilegales,
utilizar venenos para asesinar supuestos enemigos, etc. etc, y aún
ser considerado Judío. Pero si cualquier Judío, sea un joven
o una joven, hombre o mujer, se convierte en creyente en Jesús
Mesías, ellos NO SON CONSIDERADOS MÁS JUDÍOS.
Se realizan funerales donde los miembros y amigos de la familia vienen
y se sientan estremeciéndose, es decir se sientan en silencio lamentando
la pérdida a Jesús. Estos Judíos Mesiánicos son
considerados como muertos y son desheredados y en muchos casos nunca se les
considera vivos nuevamente. Estos Judíos Mesiánicos, como lo
fueron los Judíos en la Iglesia primitiva, son objeto de crímenes
de odio (llamados persecución en las Escrituras), sobre ellos por
su propio pueblo. Los Jasídicos no harán normalmente contacto
con estos cortados miembros de familia y a ellos se les considera eternamente
condenados.
Así que, los mismos Judíos han creado la falsa doctrina
(levadura), que para un Judío convertirse en creyente Mesiánico
en Jesús se convierte en un Gentil (los Judíos enseñan
que los Creyentes Mesiánicos son Gentiles y convertirse en Mesiánico
es convertirse en un Gentil y renunciar a todos los derechos de la Judaicidad).
¡Esto es falso! Ellos ven a la Iglesia como una institución cruzada
(perro Gentil), y a sí mismos aún como los únicos
beneficiarios de TODAS las bendiciones y promesas de Dios. El Gentil que
se rehúsa a ser prosélito a la interpretación Fariseo
Talmúdica del Judaísmo del Antiguo Testamento es considerado
profano y más allá del alcance de Dios para la
salvación.
¿La Iglesia Gentil? Eso puede ser lo que muchos piensan ya que les
han sido lavados sus cerebros para pensar sobre ésta como no Judía.
¿Pero qué enseñan las Escrituras? De Mateo 1:1 a Apocalipsis
22:21, no hay un sólo verso de la Escritura que diga que la Iglesia
era Gentil o fue una invención Gentil. En cambio las Escrituras
evidenciarán claramente que la Iglesia era el reavivamiento Judío
de la Esperanza Mesiánica que Dios levantó contra el
Talmudismo/Fariseísmo Babilónico y el Saduceísmo. Este
remanente Mesiánico fiel de las doce tribus reemplazó a aquellos
Israelitas que no vivieron piadosamente para Dios, o que no creyeron en el
Mesías (Gá. 4:24-26). En
el texto previo la Iglesia reemplazó al templo como Isaac reemplazó
a Ismael. Los Gentiles se convirtieron a este Israel de Dios por el Evangelio
del Mesías Hechos 11:8.
Este Israel era el Israel de fe, y por consiguiente la simiente de Abraham
Gá. 3:29. El Israel de incredulidad,
el condenado Israel debido a que ellos no confesaron que el Mesías
había venido en carne como Jesús 1 Juan
4:3, éste es el Israel que no posee el Pacto de Abraham
a menos que ellos se conviertan al Nuevo Pacto de Jesús.
El Mesías al rechazar la nación no posee un sacerdocio valido
ya que el Sumo Sacerdocio de Jesús y los Ministros del Nuevo Testamento
la han reemplazado totalmente He. 7:11-12, 1
P. 2:5; Ellos no tienen un templo valido ya que éste fue
reemplazado por el cuerpo de nuestro Señor Juan 2:21, y también
por los cuerpos de los santos (1 Co. 3:16-17; 2 Co.
6:16; Ef. 2:21-22), y además por la Iglesia. Éste
no posee sacrificio de sangre aparte de la sangre del Señor Jesús
(He. 9:12). Ellos no poseen el trono de
David porque éste ha sido transferido a la Iglesia
(He. 4:16); Ellos no tienen Dios, ya que
ellos rechazaron a Jesús, Emmanuel (He.
6:8, Dios con nosotros). Y ellos no poseen un futuro destino aparte
de la Iglesia que es la escogida y el Israel de Dios
(Col. 3:12). Juan profetizó que
el hacha (juicio de Dios) era puesta a la raíz de los árboles
(Mt. 3:10); Jesús dijo: *Toda planta
que no plantó mi Padre celestial, SERÁ desarraigada*
(Mt. 15:13). ¿Y quien negará
que él habló esto del culto del templo y de los Fariseos los
cuales hoy son conocidos como Talmudistas (Vea el
Talmúd)?
Pablo dijo que ellos serían injertados nuevamente si no
permanecían en incredulidad o apostasía
(Ro. 11:19-23). Ahora, los incrédulos
y no salvos son las ramas desgajadas, y en esta condición, ellos no
son el pueblo escogido o elegido de Dios. Ellos se han excluidos por
elección. Pedro dijo de los Judíos y los Gentiles en la Iglesia
como el Israel de Dios, que ellos eran la *generación escogida* o
*pueblo escogido* (1 P. 2:9). Pablo dijo
que Jesús nos había *escogido* en él antes de la
fundación del mundo (Ef. 1:4). Las
ramas desgajadas deben venir al verdadero Israel de Dios. Ellos no son el
Israel de Dios en incredulidad (Ro.
2:28-29). Y si ellos no vienen al verdadero Israel de Dios y no
confían en Jesús por fe para salvación según
Hechos 2:38, entonces todos éstos
se perderán para toda la eternidad (Marcos
16:16).
Las profecías concernientes al Mesías señalan un
tiempo cuando Dios haría un Nuevo Pacto (Nueva Torá) con la
casa de Israel (Jer. 31:31; He. 8:7). Cuando
esta Nueva Torá llegara, la Antigua Torá sería cancelada
y anulada (Ef. 2:15). La Nueva Torá
sería escrita en sus corazones. El Mesías anunciaría
esta era de la Torá del Nuevo Pacto. El Mesías sería
más grande que Moisés (He.
3:3). En realidad, Moisés profetizó de la venida
de Jesús, diciendo al pueblo: *Y toda alma que no oiga aquel Profeta
(Jesús), SERÁ DESARRAIGADA DEL PUEBLO*
(Hechos 3:22-23).
¿La Iglesia Gentil? Refutemos esto bastante rápido. Aquí
está una realidad Bíblica que nadie honestamente puede contradecir:
En Mt. 16:18 Jesús dijo: *Y yo
también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca
edificaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella.* La Iglesia iba a ser establecida sobre la confesión
que Jesús era el Mesías. Como Mesías él era Dios
y al mismo tiempo el hijo heredero de David y Rey de Israel
(Sal. 132:11). Como Rey, él era
Gobernante sobre todo Israel fuese que el culto del templo y los usurpadores
religiosos le aceptaran o no.
El Reino Israelita de los reyes fue establecido en el Gilgal. Saúl
fue al Gilgal y allí fue ungido por el Profeta Samuel para ser Rey
(1 S. 11:14). David fue ungido por Samuel
y después fue al Gilgal y allí oficialmente recibió
el Reino y volvió en alabanza y triunfo (2
S. 19:15), y allí en esa misma precisa cima, toda Judá
salió oficialmente a recibir a Jesús su esperanza y Rey
Mesiánico.
Este lugar de unción estaba en el Banco Oriental del río
Jordán donde Josué como tipo de Jesús, trajo a los Hijos
de Israel a la tierra prometida. Allí Elías y Eliseo permanecieron
juntos entre una gran colonia de Profetas que continuó viviendo allí
por generaciones porque ellos sabían por revelaciones divinas que
el Mesías primero aparecería allí como el Rey de Israel
(vea 2 R. 2:1, 4:38). Y Juan fue allí
porque Dios le habló que fuera y bautizara y aquel sobre quien Juan
viera descender y permanecer el Espíritu, él sería el
Mesías que recibiría el Reino. El Mesías debía
por el precedente Divino venir al Jordán en el Gilgal donde el ministerio
de un Profeta (el mismo espíritu en Elías) se cumpliría
nuevamente sobre el Rey Mesiánico de Israel.
Juan inmediatamente no entendió que él iba a cumplir el
ministerio de Elías (Juan 1:21).
Jesús más tarde reveló a los Apóstoles que Juan
era el Elías que vendría antes del Mesías y prepararía
su senda (Mateo 11:14). En el Gilgal las
abominaciones de Egipto eran apartadas (olvidadas). Y en el Gilgal los pecados
del Judaísmo bajo la Ley serían quitados por el Mesías
que moriría y derramaría su sangre para traer reconciliación
por los pecados. Lo que comenzó en el Gilgal fue finalizado en el
Calvario o como nosotros lo conocemos como nuestro Gilgal-ta (Gólgota),
los pecados de todos aquellos en el Nuevo Israel son quitados.
Este lugar de cruce era llamado Betabara (casa del cruce), en los días
de Jesús. Y en el Calvario o Gólgota, ocurrió el cruce
entre la Ley y la Gracia y la antigua Nación de Israel en las manos
de los Fariseos y el Reino. Fue en el Gilgal, que Jesús fue a que
Juan el Bautista impusiera las manos sobre él en el espíritu
y autoridad del profeta Elías, y él oficialmente se convirtió
en Rey. Su retrasada entrada triunfante a Jerusalén más tarde
se describe en David que también tiene una entrada retrasada y el
anuncio publico de su reino. Este evento de gozo señaló su
presentación y la señal que él era el Mesías
(Zac. 9:9, Mt. 11:14). Juan vio descender
el Espíritu sobre Jesús como testigo personal de Dios que él
era el Mesías (Juan 1:32-33). De
los bancos del río Jordán y del Gilgal (llamado *el desierto
de Judea* en la VKJ), Jesús salió a predicar que el Reino de
los Cielos se había acercado (Mt.
4:17).
La palabra *Iglesia* como es usada por nuestro Señor y Rey en
Mt. 16:18 es una de las más
dinámicas evidencias que la Iglesia es el Israel de Dios. La palabra
*Iglesia* en este texto es la palabra Griega *ecclesia* y se toma además
para identificar una *asamblea o congregación.* Y la asamblea o
congregación es un grupo colectivo que comparte una sola identidad
como el Israel de Dios. La Versión Griega de la Septuaginta de las
Escrituras hecha alrededor del 280 a.C y usada por Jesús y los
Apóstoles, utiliza el Griego *ecclesia* en varios lugares para describir
al *santo* Israel en asamblea como una congregación delante del
Señor (Lv. 8:14; Nm. 20:8; Dt. 18:16; Jue.
20:2, 21:8; 1 S. 17:47; 2 Cr. 30:23; Sal. 107:32).
El término *ecclesia o Iglesia* se convirtió en Israel en
la teología religiosa (Hechos 7:38).
Cuando Jesús utilizó la palabra *ecclesia* en el texto de Mateo
16:18, él estaba diciendo Israel en términos teológicos
y Bíblicos. La *asamblea o congregación* era el lugar
señalado de reunión entre Dios y el hombre. Cuando Jesús
dijo que él *edificaría su Iglesia, o su asamblea o
congregación* de Israel, él estaba al mismo tiempo estableciendo
que su Iglesia sería el lugar de reunión de Dios y el hombre.
Dios no se reunirá más en el templo con los incrédulos
que no se congregan en el nombre de Jesús Mesías (Dios). Todo
convertido del Nuevo Testamento debe congregarse en una congregación
que tenga como su doctrina y enseñanzas, la Nueva Torá (Nuevo
Pacto) de Jesús. Las marcas que identifican al grupo que Jesús
llamó *SU* Israel. Ellos permanecen en las doctrinas del Mesías
y los Apóstoles y no son seguidores de las tradiciones de hombres
(Fariseísmo), o cualquier otra doctrina, dogma, teoría, o
filosofía de hombres.
Al decir que él edificaría o establecería su *ecclesia,*
su asamblea, o *Israel,* fue en ese momento en oposición a la caída
*ecclesia* de Israel que había determinado que ÉL NO REINARÍA
SOBRE ELLOS (Compare Lucas 1:33 con
Lucas 19:14). Aquí la verdadera
Iglesia y la falsa Iglesia, la Novia y la gran ramera de Babilonia están
identificadas. Aquí el contrario culto del templo y el Tabernáculo
de David están identificados. Aquí el Anticristo y la Iglesia
están en guerra espiritual. Aquí los reinos de la oscuridad
y la Luz están en conflicto. Aquí el anticristo se levantará
en los tiempos del fin para realizar un ataque final al verdadero Israel
de Dios.
El verdadero y único valido Israel era aquellos Israelitas de las
doce tribus que vinieron bajo el trono de David que el Mesías iba
a regir. Muchos miles de las doce tribus vinieron a la Iglesia del Nuevo
Testamento así que todas las tribus están representadas allí.
Los otros que rechazaron a Jesús y su Reino y que se comprometieron
al Israel anticristo eran en efecto Judíos, pero al ser anticristos
e incrédulos no eran contados como el valido Israel. Es una realidad
que aquellos que eran apostatas bajo la Ley y cortados no podían
después afirmar ser un verdadero Israelita según religión,
aunque ellos pudieran profesar afinidad debido al nacimiento y la raza. De
igual manera, aquellos que la Ley cortaba de cualquier modo durante la vida
de Jesús no podían afirmar una verdadera identidad Judía
como un hijo o hija de Dios. Todos los que eran culpables de homicidio y
estuviesen envueltos en el complot y la conspiración del asesinato,
bajo la Ley, merecían la pena de muerte y ser cortados. Que esto no
fuera practicado sobre aquellos culpables de la crucifixión de
Jesús, no los excusó a los ojos de Dios. Aquellos que rehusaron
venir bajo el trono de Jesús y su Reino, eran lo mismo que rebeldes,
traidores, sublevados (Mt. 22:6; Hechos
7:52). Era necesario para todos los Judíos saber que si
rehusaban venir al Reino de Jesús, entonces ellos NO eran ovejas del
verdadero Israel sobre el cual Jesús era Señor y Mesías
(Juan 10:26). ¡Si ellos no eran de
su redil, entonces ellos no eran sus ovejas! Hay un sólo Redil y un
Pastor. Aquellos que rehusaron oír su voz, Jesús dijo que no
eran sus ovejas. ¡Jesús siendo Dios manifestado en carne sabía
que su Israel y su oveja, no dudaría ni un minuto!
Entonces las ovejas corruptas se confederaron apostatas y si así
ellas no lo fueran, ellas habrían creído
(Juan 6:64-65). Entonces el Israel de Dios
es el Israel del Mesías y el trono de David. Y Daniel dice que su
Reino será un Reino eterno que llenará la tierra entera
(Dn. 2:44). Así que este Reino no
se pospuso o se retrasó y nunca vendrá a fin. Éste fue
ungido sobre Jesús en el Gilgal en Betabara. Jesús llamó
a sus ovejas durante tres años y medio para que se separaran de las
cabras y de las otras ovejas. Jesús dio su vida por las ovejas y en
el día de Pentecostés la puerta del Reino se abrió para
las otras ovejas que oirían la voz del pastor a través del
Apóstol Pedro y los demás Apóstoles. Los Gentiles fueron
injertados en este Israel de doce tribus y fueron hechos coherederos tres
años y medio después que la 70ª semana expirara
(Ro. 8:16-17; Tito 3:7). El Reino de
Jesús Mesías es el Israel de Dios y éste es la Iglesia
que Jesús estableció en el día de Pentecostés.
Aquel mensaje fue predicado en todo el mundo durante el primer siglo e irá
nuevamente a los fines de la tierra por el Ministerio de Profetas de los
últimos tiempos. El Reino del verdadero Israel de Dios ha estado ahora
en el mundo por casi 1,972 años desde el día de Pentecostés.
Otros 1,000 años del Reino vendrán durante el Milenio.
Después de eso el Reino va a los Nuevos Cielos y Nueva Tierra. Y
allí permanecerá por toda la eternidad. El Reino de Jesús
no tiene fin porque él es Dios.
Cualquier Judío o Gentil que rechace este reino durante su vida
se condena como indigno del don de la vida eterna
(Hechos 13:46). Cuan triste es rechazar
a Jesús como el Mesías basado en un continuo odio y fanatismo
Judío. Es ridículo practicar crímenes de odio contra
los Mesianianos para mostrar abiertamente que ellos rechazaron este Reino
y que Jesús les gobernara. Pero lo hicieron por todo el mundo en el
primer siglo y una vez más vendrán contra el Israel de Dios
desde Jerusalén del anticristo y su horda.
Lo que encoleriza más que nada a los Judíos y Noahideitas,
es el por qué los Creyentes Mesiánicos confiesan y hacen la
afirmación que el trono de David está ahora en la Iglesia del
Nuevo Testamento y que afirmen que ésta es el verdadero y valido Israel
de Dios. Lo que les hace blasfemar es que se diga que ahora no hay diferencia
para Dios entre los Judíos y los Gentiles (Ro.
10:12), Dios ha sujetado a todos bajo pecado que él puede
tener gracia sobre todos igualmente (Ro.
11:30-33). Para recibir la acusación
de antisemita, sólo confiese que NINGÚN Judío puede
ser salvo aparte del nombre y sangre de Jesús
(Hechos 4:12; Ro. 3:25).
Porque confesar estas afirmaciones (Ro.
10:9), es decir que la nación de Israel, sin importar cuantos
Judíos estén dentro de ella, si ellos no están en el
Israel de Dios, la Iglesia del Reino, éstos no son el pueblo de Dios.
Éstos solamente son fingidores (hipócritas ... dobles caras,
es decir, ... un Judío en una cara y un apostata con la otra). Si
éstos no blasfeman la obra del Espíritu Santo (Espíritu
de Dios) obrando en el Reino de Dios, entonces ellos pueden ser perdonados
y ser salvos. Si ellos rechazan a Jesús entonces no hay salvación
para ellos.
Jesús señaló claramente que los Judíos
*hipócritas* no loan a Dios debido a la circuncisión o sus
afirmaciones de carne y sangre divina. Éstos no pueden afirmar
exclusividad como el pueblo escogido de Dios porque Dios no cuenta la
circuncisión de un apostata como si tuviese merito. Dios no es racista
así que él no cuenta la sangre ni la carne para nada. Dios
cuenta la fe y solamente la fe cuando ésta está dirigida al
apropiado objeto de la fe, y ése es Jesús Mesías. Aquellos
que rechazan a Jesús no pueden presentar la afirmación que
el trono de David fue transferido a Jesús el Mesías, y se lo
quitan con violencia y fuerza. Sería necesario esto para siquiera
intentar validarles ser el verdadero Israel. Destruir que Jesús fue
el heredero del trono de David, predigo que se levantará al interior
del Judaísmo, aquellos que harán correr la teoría que
David nunca existió con el propósito de afirmar que Jesús
y su genealogía es un fraude. Y ya que esto seguramente saldrá
de los labios de un supuesto divino Rabino Talmúdico, muchos tomarán
esto como verdad.
Y, espero oír un inclemente trueno de protestas de los modernos
Judíos Fariseos/Talmudistas sobre este tópico del trono, ciertos
de estos anticristos harán la afirmación que la herencia del
trono debe venir al verdadero Mesías a través de Salomón,
en un intento para probar que Jesús no pudo haber heredado el trono,
porque la genealogía de Lucas reporta que su linaje viene de David
por medio de Natán y no Salomón.
Éstos no le dirán que el linaje de Salomón fue cortado
cuando Joacim cortó la profecía de Jeremías con un
cuchillo-esfero y la arrojó al fuego. Ya que este linaje era el linaje
de José como se registra en Mateo, el Mesías no podía
haber sido la simiente biológica de José o él habría
sido desheredado de ser el Mesías y el heredero del trono de David
sobre Israel. Así que, lea la profecía de Jeremías que
ninguno del linaje de Joacim (línea de Salomón), a partir de
entonces sería reconocido como valido Rey de Israel
(Jer. 36:30). El linaje de Salomón
fue cortado. Y no existe nadie hoy que pueda probar que su linaje es de
Salomón o Natán. Jesús fue el último heredero
del trono de David. Y ya que él no tuvo descendientes varones, el
linaje del trono se detiene en Jesús; Él es verdaderamente
REY de reyes y SEÑOR de señores, ahora y de aquí en
adelante y para siempre. ¡Amén!
¿La Iglesia Gentil? Considere que Jesús fue un Israelita de
la tribu de Judá. Considere que todos sus Apóstoles y primeros
discípulos todos fueron Judíos de las doce tribus. Durantes
tres años y medio, los creyentes fueron sólida y completamente
Judíos. Personas de todas las otras doce tribus se unieron con Jesús
bajo su trono Mesiánico. Esto les hizo el Israel de Dios. Este era
el remanente de toda la nación entera, según la elección
de la Gracia (importante, lea Ro. 9:27).
En el día de Pentecostés 3,000 fueron añadidos a la
Iglesia. Recuerde la palabra Iglesia aquí es el Griego *ecclesia*
y quiere decir la asamblea o congregación del Israel de Dios, por
ende el Israel de Dios. Así que estos 3,000 fueron añadidos
al Israel de Jesús de Dios. Luego 5,000 maá fueron añadidos
a la Iglesia o al Israel de Dios bajo el trono de David en Jesús
Mesías. Y por los siguientes diez años la nación entera
de Israel fue evangelizada y muchos cientos de miles de las doce tribus vinieron
al verdadero Israel de Dios (esto es el por qué la Nueva Jerusalén
muestra a los Apóstoles como los doce cimientos y los nombres de las
puertas según las doce tribus que primero vinieron a la Iglesia del
Nuevo Testamento).
Luego, en Hechos capítulos 8 y 10, los Samaritanos y los Gentiles
fueron también añadidos (adoptados o injertados), en el Israel
de Dios. Pablo enseña esto en su discurso del olivo. Los Gentiles
fueron injertados en el Israel de Dios. Ahora los Gentiles no son, ni siquiera
han sido el exclusivo Israel de Dios. Porque haya un gran numero de Gentiles
en la Iglesia, no la hace un exclusivo grupo Gentil. Los Gentiles que vienen
a la Iglesia pierden su identidad de Gentiles y se convierten en Judíos,
no solo Judíos espirituales, sino Judíos verdaderos con todas
las de la ley que por adopción pueden presentar la afirmación
de ser ahora de la tribu de Judá Hechos
26:18. Porque todo aquel que enseña el misterio que el
Gentil debía ser coheredero de las promesas de Abraham y esto hace
de alguna manera a la Iglesia Gentil, está falto de honestidad y de
conocer la verdad. La Iglesia o Israel de Dios está ahora compuesta
de ambos Judío y Gentil, pero nos hemos convertidos en UN NUEVO HOMBRE
EN el Mesías (Gá. 6:15; Ef. 2:15; Col.
3:10; He. 10:20). Y esto se declara tan claramente en muchos lugares,
que para que una persona lo niegue, es exponerse como no conocedora de la
verdad del Nuevo Pacto.
Hay sólo UNA ESPERANZA para el Judío y el Gentil
(Ef. 4:4); Un REDIL de Judío y Gentil
(Juan 10:16); Una IGLESIA
(Hechos 2:47, 16:18); Un CUERPO
(Ro. 12:5; 1 Co. 12:12-13); Una FAMILIA
en el cielo y la tierra (Ef. 3;14-15);
Un SEÑOR (Ef. 4:5); Una FE
(Ef. 4:5); Un BAUTISMO
(Ef. 4:5); y Una HERENCIA PARA AMBOS
JUDÍO Y GENTIL (Hechos 26:18; Ef. 1:11, 5:5;
Gá. 3:18).
Todos los Gentiles que son adoptados (Ro. 8:15; Ef. 1:5), en el Israel
de Dios bajo el Trono de Jesús, heredero de David, por fe en el proceso
de adopción en Hechos 2:38 y que continúan en la doctrina de
los Apóstoles, son hechos miembros REALES y legítimos de la
tribu de Judá en la única familia de Jesús Mesías
(Ef. 2:19). Ahora, en el Israel de Dios, éstos no son más
*extraños* y *ajenos* de la ciudadanía del verdadero Israel
sobre el cual el Trono de Jesús reina y gobierna (Ef. 2:12-13) ...
(el Israel apostata no es la ciudadanía de Israel de la que Pablo
habla aquí).
Debido a la falsa doctrina esparcida por Judíos y Cristianos que
no conocen la verdad, muchos corazones honestos que vienen al Cuerpo de Cristo,
el Israel de Dios, son engañados en que ellos no tienen parte con
la verdadera ciudadanía de Israel sobre la cual Jesús reina
y gobierna, sino que ellos han entrado en la Iglesia Gentil. Aun cuando,
la realidad sea, que aquellos que NO ESTÁN EN EL CUERPO DEL Mesías
no son el Israel de Dios. Jesús habló a los Judíos
incrédulos en Marcos 16:16 y
declaró plenamente que el tener carne y sangre Judía
(Juan 1:12-13), no era la automática
salvación (eterna seguridad incondicional en Abraham), ni era considerado
algo de gran valor para Dios, como si él necesitara varones circuncisos
y carne y sangre Judía para establecer, aprobar, o sancionar su Reino
en la tierra (Mt. 3:9). El mensaje de
Jesús Mesías fue GRACIA no RAZA (Juan
1:16-17).
Porque todo aquel que enseña que la Iglesia es Gentil, ciertamente
está quitando de Jesús su honor de ser el Mesías, el
Señor, y Mesías sobre muchos miles de Judíos que creyeron
y fueron las primicias del Reino. Éstos aceptan el derecho y la dignidad
del trono de David en Jesús. Enseñar la escatología
Judía del aplazamiento que el Reino no viene hasta el Milenio, es
negar que Jesús actualmente es el Señor Mesías sobre
la Iglesia, el Israel de Dios del Nuevo Testamento. Aquellos que conocen
la revelación bendita de Jesús Mesías levantarán
sus cabezas alto y confesarán a todos los incrédulos: ¡DEL
ACRECENTAMIENTO DE SU GOBIERNO (REINO) NO HABRÁ FIN
(Dn. 9:7)!
Algunos ciertamente se hincharán de orgullo y gritarán:
"¡Si! ¡Que Bien! Ustedes quieren todas las bendiciones de los
Judíos, pero no quieren ninguna de sus maldiciones." Yo respondería:
Las maldiciones sobre los Judíos suceden porque ellos escogen ser
apostatas y quebrantan el Pacto del Sinaí. Ellos también rechazan
a Jesús como el Mesías y su ofrecimiento del Nuevo Pacto (Nueva
Torá). Así que oyeme e infórmalo francamente: Cualquier
Mesiánico que se convierte en *apostata* (no solamente alguien que
se aparta por temporada), después de probar la Gracia y salvación
de Dios como está establecido por la obediencia de la fe en
Hechos 2:38 (ver también
Ro. 16:26; He. 6:4), recibirá el
mismo juicio y condenación como todos los Judíos incrédulos.
Pero aquellos Creyentes Mesiánicos que no apostatan, éstos
son beneficiarios de *todas* las bendiciones y promesas de Dios. Hay un eterno
castigo que espera a todos aquellos que fueron incrédulos en sus
generaciones desde Adán hasta la segunda venida del Mesías.
El ser condenado no es un exclusivo castigo para los incrédulos
Judíos solamente. Éste espera a todos aquellos que vivan
impíamente y o que rechacen los tipos que señalan, o la plenitud
de la Esperanza Mesiánica y revelación en Jesús.
Así que, si los Creyentes Mesiánicos obedecen por fe este
Evangelio que fue primero predicado a los Judíos solamente, entonces
esta fe y salvación les da derecho a ser COHEREDEROS de *todas* las
promesas y bendiciones que iban a caer solamente sobre los Judíos
Mesiánicos justos, y santos que creen en Jesús.
Durante el tiempo que los Judíos permanezcan apostatas se excluyen
a sí mismos de las bendiciones de Dios y ellos se maldicen por su
propia elección. Dios no los ha desechado, ellos mismos se desecharon,
o como diría Pablo fueron éstos desechados
(Ro. 11:1-2, 15)? ¿Si Dios no los
desechó, cómo entonces ellos en el verso 15 son desechados,
a menos que lo hicieran ellos mismos eligiendo ser anticristos? Los Gentiles
que vienen al Israel de Dios, no se les exige recibir o aceptar los juicios
de aquellos desechados o que merecen las maldiciones de Deuteronomio. Aceptar
las maldiciones es demostrar las señales y actitud de rechazar a
Jesús como el Mesías, y eso simplemente no es una verdadera
conducta Cristiana.
Mientras que todo Gentil-Judío-Mesiánico permanezca injertado
en el Israel de Dios y sigue tras la estatura y justicia del Mesías,
ellos son bendecidos y nunca pueden ser maldecidos por ningún hombre
o religión (Génesis 12:3).
Mientras estos Gentiles que aceptan su adopción en el olivo (el Israel
de Dios, la Iglesia), y por eso reciben de la *grosura,* éstos son
*participes* de las bendiciones de la raíz del árbol. Una vez
en la condición de justicia del Mesías, no hay maldiciones
para heredar o experimentar hay SOLAMENTE BENDICIONES
(Ro. 11:17).
Así que, no es necesario para los Judíos Mesiánicos
aceptar o afirmar ninguna de las maldiciones que están designadas
sobre aquellos que son incrédulos y apostatas de la fe del Mesías.
El Nuevo Testamento no dice donde que una persona que sea coheredera de las
promesas y bendiciones, deba también ser heredera de la condenación
y juicio de los incrédulos al mismo tiempo (y si usted enseña
esta doctrina de bendiciones y maldiciones juntas, déme Escrituras).
¿Entonces por qué se presenta el argumento? Así que la
declaración que si los Judíos Mesiánicos desean las
bendiciones deben también tomar las maldiciones, son uvas agrias y
refleja ignorancia en el conocimiento del Evangelio y revelación de
Jesús Mesías.
Cualquier idea de una exclusiva Novia Gentil para el Mesías, es
falsa doctrina. Existe un elaborado esquema de usar varias Escrituras para
apoyar esta herejía, pero sólo es eso, una fabricación.
¿Qué de los diez millones de Judíos que fueron Creyentes
Mesiánicos el primer siglo? ¿Perdieron los diez millones o Creyentes
Mesiánicos Judíos del primer siglo su herencia de las bendiciones
y promesas en Abraham porque ellos creyeron en Jesús como el Mesías
y Señor? ¿Son ellos excluidos de la Novia? ¿Entonces no
están aquellos en la Novia CON las promesas y bendiciones de Abraham?
¿No es el Pacto de la Novia lo que nosotros llamamos el Nuevo Testamento?
¿Y no incluye este Pacto a los Judíos primeramente y LUEGO a
los Gentiles convertidos al Israel de Dios? La Iglesia es la novia, y en
este aspecto ésta es el Israel de Dios, comprometiendo al Judío
y Gentil convertidos que fueron adoptados en la Tribu de Judá, y son
uno en el Cuerpo del Mesías. Así que la novia será de
la tribu de Judá.
Todos los creyentes de Hechos 2:38 son
Judíos Mesiánicos por adopción y aunque el hombre pueda
negarlo, en el día de la venida de Jesús Mesías, esto
será manifiesto. Porque es en el bautismo en agua que la Novia toma
el nombre de su esposo. El bautismo en este aspecto puede ser en parte el
*reemplazo* del antiguo baño de boda Judío. Encuentre una verdadera
Iglesia en algún lugar que conozca la revelación de Hechos
2:38 y entre al Israel de Dios donde los Judíos Mesiánicos
celebran a su Mesías en canto, alabanza, y danza. Nuestra oración
es que todos los Judíos sean salvos por medio de la fe obedeciendo
Hechos 2:38.
*** Por favor note: La Comunidad de Jesús Mesías no está
asociada o afiliada con ninguno de los movimientos Mesiánicos actuales
que observan los rituales del Antiguo Testamento o la Ley. Nosotros somos
la Comunidad Mesiánica del Nuevo Pacto donde los adornos y doctrinas
del Mesianismo Trinitario Judío no son observadas.
Pastor Cohen G.
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